Una mañana en el ocaso,
caminando entre cipreses.
Vergeles por doquier,
iluminando el camino.
Muchos caminos se dividen.
Este se encuentra gélido,
distante como la luna sola.
Tiene cierto encanto, misterio.
He decidido, ya la decisión.
No encuentro con quién
dialogar, platicar, profundizar.
Es largo este camino.
No falta tanto para aquella brisa,
que toque mi cuerpo, lo eleve.
Que me sacuda hacia la inmensidad,
como pequeñas volutas.
Pronto me encontraré,
flotando en el espacio infinito.
Pronto me encontraré,
frente a frente con mi ser.
OPINIONES Y COMENTARIOS