Creo en las flechitas de whatsapp que se vuelven azules de alegría en mi pantalla cuando me vuelvo letra y tus ojos me transitan

Creo en la palabra que se reinventa de mil maneras en mi cabeza para poder decirte cuanto te quiero en formas infinitas, en la inspiraciòn que se despierta, en la tinta que bosteza, se despereza y se apresura para tratar de vestirse guapetona para ti.

Creo en la rebeldìa de las excepciones, porque nos hacen saber que el mundo no es una regla monótona e inamobible y salto de alegrìa cuando las mariposas en mi barriga despedazan el dicho de que el tiempo todo lo borra

Creo en la luz de tus ojos que me bañan y refrescan en cada foto mañanera como el mejor alivio para esta sed de ti que no se sacia.

Creo en Orión, que sigue estando en el Cielo para recordarme que al otro lado de su brillo tu recibes de rebote lo mucho que te estoy queriendo.

Creo en la oscuridad que se vuelve luz y todo lo embellece, evento maravilloso que sucede cada vez que la pantalla de mi celular se ilumina con un mensaje tuyo.

Creo en la memoria de la piel, y podría jurar que todavía recuerdo el sabor de un beso tuyo y el olor de tu cercanía.

Creo en que de verdad me deslizo por tu labio cada vez que tu me nombras.

Creo en ti porque te he visto en todos los tiempos que conozco y porque te sigo soñando. En la aventura de descubrir que han hecho contigo todos los dias en que estuviste lejos. En tu cálida conversa, en tu sonrisa como el lugar en donde me abrigo y siento a gusto.

Creo en ese lugar que solo tu y yo conocemos, con tazas de te y café perfectamente separadas, con montañas de coroticos de cocina donde cocino, pero se me queman las panquecas porque no se hacer nada distinto a mirarte, besarte y estar contigo. Ese lugar con espacio para todos los sueños del mundo. Sin relojes para pensar en el tiempo, donde estaras conmigo hasta el último día que quieras estar.

Creo que te Amé con el Amor mas inexperto, pero también con el mas sincero que pueda amarse. Y creo que así seguirá siendo incluso si algún día dejas de quererme.

Creo que hay demonios que a veces quieren infectarme de cordura, pero también creo en ti como el único antídoto posible.

Pero sobre todas las cosas, creo en el Amor bonito, que me vuelve muchacho, poeta idealista y que te invita a caminar juntos por esta aventura loca de querernos y hacernos bien.

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