Si yo fuese un soldado tu serías mi patria. Esa que se siente aunque no se tenga cerca. Esa a la que se ama tanto como para arriesgar la vida.

Y tu cabello ondeando en la brisa sería mi bandera. Tu piel mi territorio, el lugar que quiero invadir y liberar una y mil veces. La cima de tus senos, el valle de tu vientre, la cordillera de tus piernas, la playa de tus labios húmedos… El sonido de tu risa sería mi Himno Nacional.

Y en el fragor de la batalla estarían tu cuerpo y el mío besándose, queriéndose con hambre y desespero, bailando juntos a un ritmo perfecto y preciso. Llenando de chispas y estrellas toda nuestra soberanía. Inventando constelaciones nuevas que cuenten la historia de un Amor que logró burlar al tiempo y al espacio. La historia de dos locos que derrumbaron el yugo de los amores imposibles.

Si fuese un soldado tu serías mi patria. El lugar al que quiero llegar cada día después de cada batalla. El lugar al que quiero que vuelen mis cenizas cuando ya no me toque regresar.

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