UNA nADA ENtre mis manos

UNA nADA ENtre mis manos

A placer mío te conocí en abril, ese otoño frío y tibio que añoraba ser sol pero solo era un pájaro buscando un nido donde reposar, yo quería ser tu nido, yo quería ser tu hada, una hada que ronda por tu dulce caminar, te acompañé en ese abril sin que sintieras mi presencia e imaginé coloreadas rosas, sabiendo que solo gustas de las negras, entonces como en todo cuento de Hadas, mi mundo, los zapatos rojos, las varitas mágicas y los sueños profundos, solo eran tinta sobre papel, una tinta que en sus mejores años fue hermosa y que por cosas del tiempo se debía marchitar, esa era yo en tu historia, solo era un personaje de un libro, hojas gastadas con asombrosas historias que colgaban de tus manos, pero que en la última página, luego de atravesar millones de experiencias juntos, debía dejarte partir, debía darte libertad.

Luego de 10 años pude entenderte, entender tu partida, tu triste mirada al despedirte, sabías que te amaba, pero nuestra vida juntos solo era una historia dentro de otra.