Mientras acaricio el lomo al gato entro en nerviosismo
Al intentar un nuevo recorrido me clava su fría mirada
Siento helados los huesos. Mi miedo a su rechazo
Me ha hecho su enemigo. No sonríe, yo tampoco.
Ni el gato ni yo somos amigos. Solo estamos en un mismo sitio.
OPINIONES Y COMENTARIOS