Patria mía
Tan pequeña como un gorrión
Dulce como el panal
Al que la abeja dedica su labor;
Estando en tu suelo
-debo reconocerlo-
Siento un sabor agrio
Y de desesperanza
A veces hasta odio
Y me aqueja el dolor;
Camino tus sendas
Y no llego a ningún lado
Hay un grito desesperado
Que constriñe mi corazón,
Mas cuando me voy lejos
Y en abandono tus fronteras dejo
Te siento como nunca
Pues a pesar de los desconsuelos
Eres la mano amorosa
La cuna
Que me acogió al venir al mundo;
Me obsequiaste tu belleza
Y llenaste de ilusión mi vida
Siendo yo un infante
Y a mi juventud regalaste
La galantería y el amor;
Allá afuera, patria mía
Me dueles en el alma
Te lloro y te quiero
Y el día que muera
Quiero morir en paz en tu seno.
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