Como quisiera

Creí poder olvidarte, que saldrías de mi cabeza los días viernes cuando me encuentro azotado en mi cama sin la percepción de la vida, que al tomar café no buscaría tus ojos, las noches que salgo a bailar preferiría tener tu cabello entre mis dedos, o las veces que bebo de más ver películas en el sofá sin intenciones de arruinar el trama, si te ignoraba un tiempo te olvidarías de mi, suele ocurrir, los escritores pasamos desapercibidos después de unas semanas si no estamos con flores o alguna invitación, pero me detuve, aún así, apareciste, cómo si nada hubiera ocurrido, ignorando que me arranqué las venas por tu rechazo, ¿acaso eres maligna?, o ¿sientes culpa?, aún no lo entiendo del todo, pero acepté que no te puedo echar de mi vida, pero tampoco te puedo dejar de querer, no es algo que decida, es lo que siento, y nunca en mi vida he estado de acuerdo con mi otro, pareciera que toma las riendas de esos procesos, cómo si buscara el caos, el desequilibrio, no dudo que sería una pareja de absoluta calma, pero a la vez explotaría en un segundo. He estado viéndome con otras chicas después de escribir, les regalo poemas que me fuerzo a escribir, no los siento, es distinto, a ti, te los obsequio sin que sepas de su existencia, ¿por que?, quizás es el miedo a perderte, o hacer el ridículo, ya vengo haciéndolo un tiempo, me imagino las vagas noches que estás con otra persona, amándose mutuamente, felicidad y plenitud, sonrío, ¿por que debería estar triste?, si no soy quién para arrebatarte eso, me confundes, debo ser sincero, cuando mi cabeza choca contra la tuya, y te quedo observando en silencio, «no me mires, que me gasto», tan solo quiero tener una imagen para soñar. Me cuesta cada vez más hacerlo, mirarte, siento que me pierdo en tus ojos, siento que podría estar años viéndolos con todos los tipos de luces, solar, amanecer, ocaso, fiesta, tomar el té, luz de velas, luz de linternas por un apagón a las 3 am y los levantamos a copuchar que dicen los vecinos del sector en pijamas polares y nuestras manos entrelazadas en una seguridad independiente de si nos soltamos seguimos el mismo camino ya que nos guía el instinto de querernos, la luz del hospital por mis intentos suicidas, la luz del flash en una foto de aniversario, la luz de los semáforos mientras caminamos de regreso a casa o te voy a dejar a la locomoción y la despedida es un abrazo tangible de procrastinación, no me sueltes te diría que te quiero más tiempo en el ahora el mañana me es incierto ¿sabes? creo que en cualquier segundo cruzarás sin mi el lumbral que solo seré polvo, me abrazarías ante tus imponentes 5cm más de altura para ocultar mis lágrimas en un nostálgico «Tranqui». Aún así, te busco, mi mirada te busca pero no creo que estés conmigo, Neruda lo dijo, detesto que tenga razón, pero el olvido será eterno, quizás es más fácil que tu lo hagas, pero, no quiero, eso me asusta, estoy decido en parte esperar, ¿será en vano? lo más probable, ya que te quiero, para ti solo soy, yo, lo cual es cómodo, pero ese misma existencia es la que me limita. Quiero decirte, que me gustas, tu mente, tu alma, los sonidos que haces por dónde caminas, tu visión de mundo, lo emocionada que te pones con sencillas cosas o cuando nos apañamos a lugares que ambos nos agrada, a veces me caes mal, como yo a ti, y eso me reconforta, no quiero ser perfecto, quiero fallar, quiero reír, llorar incluso si es necesario, enséñame, estaré atento a tus lecciones de vida, cómo tú a escucharme las madrugadas sin dormir contándote cuentitos dónde la protagonista eres tú. Me gustas, ¿es eso malo?, ¿puedes dejar de gustarme de la noche a la mañana?, por favor, ¿Qué haces? no ves que todo acabará mal, juro que lo intento, pero me siento cada vez más cómodo a tu lado, que le voy perdiendo miedo al impulso, reposar mi cabeza en tu hombro, en acariciar tu pelo, tu pierna mientras suspiro un canto agónico, ¿solo soy un amigo para ti?, ¿Qué quieres de mi?, ¿por que no puedo decirte esto directamente?, por qué tuviste que aparecer, por que, dime, no es que sea algo malo, pero… tampoco será lo mejor, creo que puedo aguantar un par de meses, pero no prometo nada ya que tengo el plan hecho para irme sin mirar atrás, te enojarás, lo se, me extrañarás, no sé, pero soy así, intenso y un toro, no puedo querer a medias, y a ti quisiera quererte hasta hartarme, ¿no funciona así?, entonces, dime, como quererte, por que de tu lado no me alejas, solo arráncame de raíz cuando te haga mal, ahí las razones no importan, me iré, mientras, déjame dormir en tus labios para escuchar tus latidos, sentir la suavidad de tu piel y quedar dormidos, no quiero sexo, no quiero ser efímero, no quiero que solo nos besemos para quitarnos las ganas de cariño o seamos un apoyo emocional, quiero un todo contigo, ¿es malo eso?, pero tendré que esperar, si… cuanto?, hasta que me aguante las ganas de atravesarme las muñecas, o ahogarme en una piscina con alcohol o un loco al volante me lleve puesto por cruzar en rojo, pero si me voy antes de decirte todo esto, quiero decirte, te quiero. 

– Oye, Dante, oye – lo mueve con cariño para despertarlo – nos quedamos dormidos, no vimos la película, estabas murmurando dormido, ¿pesadillas?

Me percaté que estabas ahí, y solo sonreí – Ya no están, tú estas aquí.