Crucé la calle con dos gatos negros en la espalda
ronroneos de vidas que llevo colgadas
Mis pies se hundían en terrosa hondura
mientras la vida se iba de mis manos
así, como las ramas de los árboles desgajan sus hojas
las flores sus filamentos con polen exquisito
para que vos y yo seamos amores mientras
yo cruzo la calle con dos ronroneos como gatos negros
que cuelgan de vida como cargas en la espalda
Y pienso que no tengo nada y sí tanto para decir
ahora, cuando la vida se va de mis manos y todo
queda tan inconcluso desesperadamente.
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