Reflexión

¿Hasta que edad tenemos para poder «disfrutar de nuestra libertad»? Nuestra sociedad cosmopolita, capitalista y derrochadora nos ha vinculado a «un futuro» que nosotros no hemos elegido. Ese futuro se supone que debes empezar a forjarlo cuando aún eres un niño, con unos grandes sueños. Para alcanzarlos se requiere mucho esfuerzo, constancia y disciplina. ¿ Pero porque se vinculan a un trabajo, el deporte o formar una familia?

¿Dónde está el sueño de ser felices? De poder disfrutar todo lo que tenemos alrededor, de aprender de las personas.

Al final crecemos siendo egoístas. Dejamos atrás muchas cosas por conseguir lo que la sociedad ha impuesto para nosotros.

Si en el camino al éxito tenemos que desprendernos de vivencias, personas o momentos… ¿Cuál es su precio?