LOS HOMBRES DE LA INTELIGENCIA

El auto paró delante del hospital. El embajador bajó en el mismo momento que un disparo de un rifle de caza le atravesaba el corazón. No cayó al piso, detrás suyo estaba saliendo un medico, que lo tomó en sus brazos y lo metió dentro.

Los servicios de la embajada se movieron rápido, pero no encontraron paises hostiles, ni nada que indicara que el diplomático pudiera ser un blanco.

Mientras los hombres del servicio trabajaban en hipótesis que terminaban en la nada, un nuevo disparo cayó sobre la puerta del hospital matando al médico que había atendido al titular de la embajada por primera vez.

Los agentes fueron al hospital, peritaron la bala, y comprobaron que era del mismo rifle.

Los interrogantes seguían. No había móvil, y el autor no parecía estar loco, dado que evidenciaba un nivel mínimo de planificación.

Los dias pasaron sin novedad. El centro de salud retomó su ritmo habitual, y de a poco, se comenzó a olvidar el hecho.

Cuando el cirujano y su equipo estaban preparados para operar, entró el anestesista, llevando el instrumental sobre una almohada, metió su mano dentro, y dió un giro de 90 grados que hizo que todo cayera al piso…Las miradas de asombro duraron hasta que el asistente comenzó a disparar desde dentro de la almohada.

El cirujano y los cinco miembros del equipo fueron asesinados. El agresor también se disparó.

Ya era un trabajo para la policia. Cuando entraron los detectives vieron pegada en la pared del quirófano la foto de una mujer que hacía un mes había muerto en el parto.

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