SIN ITINERARIO

– ¡No me voy a casar ni a tener hijos! (por ahora). Comentó Sofía en alguna ocasión

Ella tiene bien definido lo que quiere hacer en esta etapa de su vida.

Desde que era pequeña se conducía de manera diferente a las demás niñas.Con ideas propias y muy particulares elegía su vestuario casi sin tomar en cuenta que los colores combinaran o que estuviera de moda. Utilizaba lo que le hiciera sentir cómoda, muy a pesar de las costumbres de su madre. Actuaba con la autonomía y seguridad de las personas que no pretenden darle gusto a nadie.

De adolescente su personalidad despreocupada y sencilla se manifestó con esas mismas características y la libertad de conducirse como ella lo concebia

– ¿Porqué tienes que darle gusto a una sociedad que te encuadra en un estereotipo? Si no sigues las reglas del juego no eres «normal».

Se distinguió por su brillante inteligencia y facilidad para los estudios. Al terminar la carrera profesional se empleó en una empresa exitosa obteniendo un envidiable puesto, así como una boyante posición económica. Durante unos meses se relacionó con una pareja, pero finalmente no funcionó.

– Esto no es lo mío. -Se cuestionaba frecuentemente Sofía.

– Conocer el mundo. ¡Si! Viajar es el motor que me impulsa a continuar en este trabajo. Viajar sin itinerarios. Sin horarios. Sin prisas. Esta idea verdaderamente la seduce. No hay día en que deje de pensar en esta aventura y el sólo imaginarlo la mantenía en su actividad que le redituaba los medios con los que podría hacer realidad su sueño.

Llegó el momento en que se sintió segura de contar con lo suficiente para emprender este «Viaje Itinerante». – Suena bien, me gusta.

– Empezaré por Bora Bora. ¿Dónde queda Bora Bora? En medio de la nada, pertenece a Oceanía, Forma parte de las Islas Sotavento, en las Islas de la Sociedad en la Polinesia Francesa, en el Océano Pacífico. Tiene la particularidad de sus bellas lagunas color turquesa y sus hermosas playas de arena tan blanca que semeja una alfombra de talco. Es un misterio fascinante que un lugar tan lejano y ajeno a mi cultura me llame tanto la atención y lo elegí como el inicio de esta ansiada experiencia.

– He proyectado una especie de itinerario sin tiempos ni horarios, para recorrer el sureste asiático. Indonesia, por supuesto que no podré visitar sus 17,000 islas. En Sri Lanka quiero conocer cómo funciona su República demócratica socialista. En Malasia, visitar entre otros sitios Kuala Lumpur y admirar la diversidad de orquídeas raras y exóticas. Ansío llegar a Tailandia, donde la influencia de la cultura china, el folclore de la India y Camboya han hecho de Tailandia un país de riquezas culturales aunque sin dejar de incluir las propias.

– Una experiencia que no me perderé es acampar en las faldas de la cordillera del Himalaya en Nepal.

– Seguramente no alcanzaré a saciar mi deseo de conocer la cultura y tradiciones de esta zona, pero en algún momento pienso dirigirme hacia Africa, visitar en plan turístico Egipto con sus famosas pirámides, tumbas faraónícas y esfinges. Después el Congo, Somalia y Sudán, entre otros sitios, en los cuales me interesa mucho interactuar con la gente nativa y conocer sus costumbres, tradiciones, aprender a cocinar platillos típicos y conocer sus carencias más apremiantes.

– El punto medular y el objetivo más grande que me he planteado desde que me surgió esta idea es aportar algo de mi ser, mi experiencia o mis conocimientos en donde haga más falta, Mi sueño es dar clases, enrolarme como voluntaria en donde se requiera y mi mayor ilusión es apoyar algún proyecto que fomente el desarrollo en cualquiera de los países por donde pase.

– No sé cuando, pero lo siguiente será admirar el espectáculo que no me perderé: las Auroras Boreales. La aurora boreal es un fenómeno natural que provoca una luminosidad maravillosa, llenando el cielo de colores de una belleza indescriptible. Esto sucede cuando los vientos solares afectan el campo magnético de la tierra y pueden verse en lugares cercanos al polo norte como Noruega, Finlandia, Suecia, Alaska, Canada.

– El punto en el que pretendo concluir este viaje itinerante es el Stonehenge en Inglaterra. Este monumento data de entre el 3,000 a 2,500 a.c., no se sabe a ciencia cierta cuál fue el objetivo de su construcción, aunque se intuye que funcionaba como observatorio.

– Tengo la plena convicción de que lograré todos los objetivos planeados, aún cuando el aspecto económico se tambalee, he encontrado la forma de intercambiar actividades por hospedaje o comida.

Al regresar a mi lugar de origen tendré la dicha y satisfacción de haber venido a este planeta no a quitarle algo sino a dejar un legado aportando así mi granito de arena para vivir en un mundo mejor.

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