! GRACIAS POR ESTAR AHÍ!

¡GRACIAS POR ESTAR AHÍ!

De tus labios recojo las semillas que siembro en los campos de trigo
De tus ojos, la luz que hace crecer las espigas que cultivo

De tu corazón amaso los sentimientos que alimentan cada paso que doy
De tus manos, la compañía que necesito allá a donde voy.

Tus pies marcan el sendero que hace toda una vida.
Tu aliento es la fuerza que recoge mi alma y te hacen por mi seguida.

Si un día no sale el sol, con mirarte a los ojos en mi pecho recojo la luz necesaria que elimina mi ahogo.
En mi vida, la noche y sus tinieblas nunca llegan, pues tenerte a mi lado es la seguridad de cualquier desahogo.

Vida y muerte, tú o la nada. Eres la mayor felicidad con la que puede soñar un hombre que te recorre con su mirada.

Angel Márquez Díaz