Encontré mi alma gemela, la gema más bella.

El zafiro, que sin ser pulido irradia brillo.
Encontré la mitad de mí en un cuerpo indefenso,
con la fuerza suficiente para mantenerme ileso.

Hallé la luz al final del túnel, que yacía entre mis dudas y complejos.
Tomó de mi mano y tan segura me hizo sentir,
no había ya espacio para los aquejos.

Bonito, por ser tú el lado más honesto que habita en mí.
Abrázame con fortaleza, cerrando toda llaga e ilumina este lóbrego frenesí.

Lléname de calma, salva mi alma,
abrígame del frío inerte de la soledad.
Aún cuando ya no haya soledad,
a partir de este momento prometiste que te quedarás.

Mi mejor versión la veo en ti, me ha costado tanto hallarte.
Sin saber que no había que buscar, tú solo me encontraste.

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