Lenta…

Muy lentamente se escurre.

Desliza.

Desciende.

Tu sudor por mi piel.

Te muerdo en el candor de tu sexo.

Que arde en desenfreno copular.

Desprendimiento de todo.

«Al diablo las reglas morales mi amor».

Tómame…

Penétrame.

En esta brama animal.

En donde las almas se muerden de placer.

Y ascienden al cielo de la creación.

Tocando el cielo.

rosándolo con pañuelos rosados.

Excitados y despeinados.

Sin maquillaje.

Sin pelos en la lengua.

Con ardor puro, letal.

Abre tus piernas.

Siente el vacío y el lleno de mí.

Profundo.

Fuerte.

Carnosa y sutil.

Como tú emancipación tomada y arrebatada.

Conspirativa.

Secuela de torbellinos de esencias engranadas

en tus caderas.

Peinadas en mis piernas.

Que se desparpajan como biblias baratas

en tus senos.

Embriágame.

Plágame.

Confúndeme.

Devástame en tu placer.

Trágame lenta y sutilmente.

Lenta y trágicamente.

Para que no quede un ¡Ahí de arrepentimiento en mi voz!

Maréame.

Y luego déjame caer.

En esta rotura abierta;

profunda.

Sangrante de mí.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS