Contigo anduve los días del nunca

de la mano de tu silencio todo lo presentía
como en el miedo
Yo tenía tu esencia pero te tanteaba en la
realidad con mis maneras cotidianas de
ser ciego
Todo lo fui candado tachando bocas
en un laberinto y llegué a ti como el
agua obligatorio y sencillo como la lluvia
en los hormigueros.
Entonces acomodamos la historia sobre la profecía.

40.

Como un águila de silencio
la sombra.

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