EL SILENCIO Y NOSOTROS

Las hormigas de mi boca te han marcado
por la espalda las venas de la tierra
han bajado a la sombra final buzos de sombra
para tragarse el silencio que te vive los vértices
de tu colmena más honda
Ya todo te lo viví como el silencio, ala total
sin testimonio. Y sin embargo, aquí
me quedo como el labrador adherido a tus
tardes para seguir empecinando la savia
de la tierra madurar en una flor.
Nos ha entrado el silencio como a las casas
de los que han muerto lejos
En los nuestros erigidos se agrega la distancia
de otros tantos rostros. Y no nos dolemos
sin embargo que un árbol nunca ha sido
lejanías y nos quedamos, con las raíces
clavadas en nosotros, como estamos
buscándote el otoño en el verano

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS