Quisiera asomarme a tu pecho
como a una jaula de reloj.
morder el eco de tu corazón que me llegue de lejos
desde un yunque campanario
como un tañido de palomas
Allí donde aletean las lejanas y profundas
costas de tus ojos
Yo te he mirado a los ojos
(ventanas al infinito)
he visto titilar tus manos
como pichones de piano
Yo quisiera asomarme a tu pecho por tu
mano
como un pájaro se asoma a la tierra por
el árbol
y beber las olas de tu corazón sacerdote,
herrero de hondado templo.
suavemente, lenta, vagamente
como una tibia onda de mariposa o
estrella
pero tu mano fugaz pasa, golondrina
de fruta
y queda sonando en mi sangre
como una lejana guitarra

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS