Tu vientre de durazno gira su quietud

Y se enrolla sobre los latidos del eco caído
Llegas a toda la semilla agarrada
Tus paredes acantaran el hijo de agua
El hijo de frente
Coronado
El hijo de eco que te grité
Cueva
El hijo de sombra
Cueva dolorida de antorchas
El incendio del hijo.

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