La noche ya me llega al cuello

Necesito un jirón de tu voz para amordazar la noche

La noche sangra la noche sobre la piel de mi alma
Y mi alma, muere equivocada con la sangre suya
de la noche.
La noche inunda la noche como en tu voz vive tu voz,
Tú me señalas con el índice de tu silencio el viento
de la noche,
las olas de mis brazos rompen en la playa
de río de esta noche, y tu dedo se alarga con
mi deriva inevitable.
Tú me puedes salvar,
La noche ya me llega al cuello,
el silencio alarida su brazo oblicuo y negro e instantáneo
cuando reviso mis oídos.
bajo mis ojos impotentes de las ventanas vacías
voy a la bodega de mi mente a sacar el polvo
a las imágenes,
Estuviste tanto conmigo que nunca tuve tiempo
de recordarte o sospecharte,
Me sobra tiempo para morir
Me sobra tiempo para recordar
Me sobra tiempo para esperar
Me sobra noche y silencio para morir las mil veces
de mi amor sediento y vacío
me sobra el pecho de mi ansiedad y mi angustia
para la última espada conocida del silencio que
me sobra, que sobrará,…
y el polvo.

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