Todos los días me siento y le hablo a Dios, a veces le platico mis sueños y el solo se rie de mi hablando de una forma que no logro comprender.

Aun no quiero morir, pero tampoco me entusiasma vivir, todos los días me preparo para dejar la vida antes de aferrarme a ella, por eso sigo luchando todos los días, porque tengo vida en exceso en mis venas y me esta asfixiando.


21-Enero-2017

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