Allá en el cielo hay una ciudad encendida

Allá en el cielo hay una ciudad encendida

Cuando haga sombra mi sombra

como un silencio pleno de palabras

POEMAS

1.
sin saber si estás donde dijiste
que estarías,
aunque lejana estés o el tiempo
que yo tarde tú me esperes
yo ruego por que estés.
No podría cambiar el que no
hubieras venido.
Pero como si todo fuese lo que
mi ojo ocupa, yo que no te he visto
aún, ni he llegado, pido que hayas
venido.

2.
El frío ajusta la piel de esta noche
El silencio no calla,
perfuma el vacío redondo total y perfecto
El cielo murmura
un archipiélago de estrellas.
un valle techa mi impotencia de caerme.
Allá en el cielo hay una ciudad encendida
El río corre acá a mi lado su harapo de humo
quizá no tiene tiempo de correr en mí
quizá yo no abarqué dos segundos de su corriente.
¿Cómo es que alguien entiende mi
existencia sin que sea yo?
Mi lugar puede ser el allá de un dedo que señale
ya puedo ser el aquél de alguien que me nombre,
que es alguien, que nombro.
Estoy perfectamente solo.
perfectamente conmigo
Tengo miedo de enterarme de mi insoledad
pienso que alguien me escucha y finjo
Digo, y espero mis palabras
como un tren que escucho venir
desde las entrañas de un túnel
soy una arboleda de conciencias
y camino a través de mi
pensamiento.
Qué fácil saber nada, qué conciencia perfecta.
pero la busco en un baúl de cosas
donde es imposible
mejor dicho donde no es posible

3.
En el silencio el recuerdo de tu voz
fosforece

4.
Tu imagen enmantela las aguas de
mis horas,
como la sombra de un pájaro
resbala sobre el suelo de mi
ahora constantemente antes
voy quedando en las raíces que pordiosean
en mis costas
Tu imagen crece desde el pellejo mismo
del agua.
como mi existencia única
o el ancla del yo en que quepo

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