Un hombre siniestro pasa

Un hombre siniestro pasa

¡Tantas veces! Y siempre importa una, aunque hayan sido tantas veces.

La única certeza cada día es un ahora obsesivamente siempre, porque ya perdí la cuenta sobre los calendarios.

Pisándome el tiempo, buscar la paz o huir de la ciudad sin encontrar nada.

El mundo inexorable es siempre un sitio implacable. El mundo siempre es dónde. Hasta allí, en ese último banco del lago donde puedo parecerme a los niños que me pasan por alto, o puedo ser monstruosamente extraño, remoto, diferente.

Hasta allí el acecho inevitable.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS