Escucho los caminos ajenos de hambre

Cálidos son los abrazos del río creciente y enmudecido
Callo ante la tristeza suelta

Miedo susurra el árbol torcido
Los caminantes acarrean el olor del laburo
El sol no sale hoy

Cansados estamos todos en Santiago
Los besos danzan entre los chubascos
Cansado está también el camino mellado

Si de luchas sabe el humano
si de tiempo sabe la espera
de cansancio saben los robles, los charcos
Los besos y el Ego

He de ser consumido
por el vientre congelado
por el verso marchito
Acaecidos los miles
Adormecido en el río

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