Entre tus piernas, con la D que se extiende y se dobla.
En eternidad cómplice de mí.
De la noche que devora las ansias.
Sensitivas.
Cobijadas en almuerzo de amantes almendrados.
Cómplices de un beso con silenciador.
En guerra de Deseos… placidos y en armonía.
Sed de interiores cayados y mustios como gatos.
En cobijas de luz, en inmensidad y armonia…
Rozando.
Rasgando.
Sediendo.
Implementando las estrategias que te hagan que me mires.
Que te hagan que me extienda en ti, como masa en pan caliente.
Ser de chocolates y contemplación.
Con aire de polo a polo se extiende la magia del calor en tu piel.
Desnuda la mirada de bajo tono en velas de protuberancias
claro oscuramente iluminadas.
En tu sexo que palpita con estas ganas de tenerte…
De tomarte, de poseerte hasta la eternidad…
Deseos que se controlan en un mar de tormenta. rojo purpuras…
inmensas ganas de tenerte….
Abrazándote, desnudándote, besándote, seduciendo el aire que respiras
y el agua de tu cuerpo que me mira apasionado y en sensibilidad…
Y estoy aquí, en tu radar de nueva cuenta…
Sentidamente expuesta a tus deseos…
iricos… ideaticos.
Y solo con una rosa en la piel pétalo a pétalo, cae el silencio, rompe la muralla,
torre a torre tomando el sin control, del desequilibrio en impulso,
sin razón alguna, cediendo a lo irracional naturalmente atracción,
incontrolable atracción…. cuando el placer y el querer se unen en esa fuerza,
magia, maligna que me lleva a buscarte, a buscarte siempre así sexualmente, siempre así en tus carnes—-
Que me pierden… Que me convierten en otra… sacándome de control.. convirtiéndome en la noche de mujeres abiertas de piernas, en talones de esquinas, palomas nocturnas de deseo que arden en hogueras interminables de placer….
Ardor en la piel.
Ardor de entrañas.
Ardor de bellezas de noche.

De estrellas que parlan hasta el amanecer de cosas y secretos prohibidos… porque al día siguiente tomaran sus hábitos segaran su campo… podaran su aurora y se volverán a ir a dormir, saciadas de la existencia de tus ojos, de tus carnes, de ti.

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