Aun hoy al relatar esta historia puedo sentir lo que viví ese día. Eran vacaciones y como siempre mis padres nos llevaban a mi y a mis dos hermanas a la playa en la ciudad costera de Oaxaca, a unos a unos 466kilometros del Distrito Federal en la ciudad México. El día programado de vacaciones era programado por mis padres para que coincidieran de las vacaciones de mi Padre con las nuestras de escuela en la semana santa. Como todos los años solíamos ir a varios puertos y playas y pasearnos por esos lugares era algo ya que se había vuelto costumbre.

Sin embargo, esas vacaciones yo no me sentía muy bien, estaba abrumado por los resultados del examen a la Preparatoria que estaba por presentar al finalizar el curso escolar. Aun así, trate de relajarme y sentir aquellas vacaciones como las mejores de mi vida. Ya que a mis dos hermanas Susi de ocho años y Nancy de 6 les fascinaba salir de la gran ciudad y recorrer nuevos caminos. Yo hermano mayor de 15 años no estaba muy fascinado por el recorrido, de todas formas, iba a estar sin poder ver a Catalina mi novia desde que comenzamos el colegio y como buen adolescente mi Consola de Video juegos y mi XBOX.

Pero aun así accedí al viaje con mis padres. A diferencia de otras vacaciones mi padre decidió contratar una suburbano para el viaje. Ya que estaba cansado de viajar en el clásico autobús que salía de la central de autobuses muy de madrugada y en donde nuestra llegada a la terminal siempre era dificultosa.

Así que esta vez rento una suburban de color plata que nos llevaría al puerto de Oaxaca. Después de terminar de alistar las maletas, y de calmar y consolar a mi hermana Nancy de seis años. «Pues como era de esperarse mi madre estaba atareada por lo del viaje» me puso a mí de niñera de mis dos hermanas. A lo que yo accedí a regañadientes. Sin lograr que mis suplicas egoístas y adolescentes fueran escuchadas por mi madre, ella no paro de moverse de aquí para allá, de subir y bajar escaleras con maletas y ropa que iba y venía, hasta lograr completar unas diez maletas acomodadas en la sala. Todas ellas llenas de juguetes, ropa y medicamentos para mis hermanas, entre otras múltiples cosas de mi padre y de mi madre. A mí por mi parte me toco hacer mi maleta sólo.

Ya era las dos de la mañana cuando todo quedo por fin terminado en ese trajín vacacional. Ya en silencio y con mis hermanas dormidas desde las 11, la situación se fue relajando. Así tanto mi madre como yo pudimos relajarnos un poco, a las 12 llego mi padre, pues era su ultimo día en el trabajo antes de tomar sus vacaciones, entre los convivios de los compañeros y la última firma de papeles llego tarde, lo cual en otras ocasiones sería molestia de mi madre, pero en aquella ocasión todos estábamos poniendo lo mejor de nosotros para partir.

Como a las 3:00 Am un ruido me despertó, dicen que a esas horas los muertos se levantan y se escuchan ruidos » yo creo que he visto muchos videos de YouTube». Así que me volví a acomodar. Entonces lo escuche por primera vez, una voz cálida que me susurraba al oído.

-Jack…jack super star.

-Jack…jack es juguetón.

Cada bello de mi piel se erizo y un espasmo rígido en todo mi cuerpo no se pudo contener. Entonces por primera vez vi a esa mujer, que se deslizo frágilmente sobre mi colchón, todo el tiempo mirándome, sentía su presencia y pude sentir como disfrutaba de mi miedo.

Después un par de minutos recobré el sentido de la realidad y pude manejar ese primer encuentro. Pasaron unos 15 segundos cuando todo se volvió más confuso, en un abrir y cerrar de ojos me encontraba en el rio que colinda con la calle vecina a dos o tres metros de mi casa. En eso la volví a ver, me sonreía y con una mueca de lujuria en su boca y con su mirada penetrante, me observaba sin parar. Con el dedo índice me hizo un giño, indicandome que la acompañara.

Así que con un poco de temor la seguí, bajamos por las colinas que rodeaban al río hasta llegar al bosque que cortaba las dos calles trasversales cubiertas por vegetación, ya en el interior del bosque en lo oculto de la noche, la mujer se recostó sobre un prado rodeado de árboles entonces pude notar sus piernas largas y blancas, ella parecía extasiada con mi presencia.

Yo con temor camine hacia donde ella estaba y con la mano izquierda me indico que me recostara a su lado. Y cuando lo hice perdí el conocimiento por completo, sólo sentí como ella se subió arriba de mí y presiono mi tórax con tal fuerza que me desmaye del dolor.

Como a las ocho de la mañana, unos corredores me encontraron tirado en medio de la maleza del bosque, arañado de la cara y de los pies, mojado por el roció de los árboles y frío. Lo cual propicio que llamaran a la ambulancia. La cual llego veinte minutos después, sin identificación y sin nombre fui llevado al hospital de la Cruz roja, ya que los paramédicos no sabían si tenía seguro social, o seguro popular. Ahí estuve internado cerca de un mes, en lo que parecía ser un coma al cual los médicos no le encontraban causa. Después de reportarme como desaparecido mis padres pudieron dar conmigo una semana después, lo cual clausuro las vacaciones de una forma inesperada.

Durante las siguientes semanas mis padres se turnaron en las guardias en el hospital, quedándose uno de ellos con mis dos hermanas mientras el otro me asistía. Esto los llevo a tener una rutina aparentemente tranquila, dando lugar a que conocieran a la gran mayoría de enfermeras que me atendían, pasantes de medicina y médicos.

El 14 de mayo algo paso, mi padre se encontraba en la guardia matutina, puesto que mi madre tenía que llevar a mis hermanas a la escuela, ese día en particular, apareció una enfermera de pelo castaño ojos grandes de color marrón, eso me cuenta mi padre, que al mirarla se hacía que te recorriera un escalofrío de lo delgado y pálido de su estado. De forma muy amable le dijo a mi padre que podía ir a desayunar mientras ella me asistía, al principio mi padre se negó, pero al ver la insistencia de ella sobre mi persona en específico decidió ir rápido por un café.

Ella comenzó a por tomar mi mano y después de acariciarme por unos segundo, me dio algo a tomar, una sustancia amarga y después dulzona parecida a los arándanos, pero con un fuerte olor a sangre. Después de eso, desperté, pero no había nadie en la habitación sólo algunos enfermos que se encontraban en las camillas aledañas a la mía.

El monitor de mis latidos cardiacos, y esa sensación de que habían extraído el alma de las entrañas, era una sensación que nunca me pude quitar. Mi padre regreso y en ese momento no lo note confundido, no sabía por ¿Dónde comenzar a preguntarme? Aunque su primera reacción fuera de felicidad al verme despierto y consiente.

– ¡Hijo, Félix despertaste! ¡Gracias a Dios, mi hijo despertó!

La conmoción no se hizo dejar esperar, el médico de guardia y una enfermera acudieron a checar mis signos vitales, presión arterial, temperatura corporal etc. A lo que constataron que temporalmente o definitivamente había perdido el habla. Después de otros días en el hospital para mi rehabilitación y para verificar que todo estuviera en orden con el funcionamiento de mi organismo, el 19 de mayo me dieron de alta.

Con la sonrisa de mis padres y la felicidad de mis hermanas regrese a casa. Catalina mi novia me había dejado miles de mensajes en el móvil y mis padres habían puesto algunas cosas nuevas en mi cuarto como una canastilla portátil de basquetbol y algunas chamarras nuevas para mi uso personal. Después de reinstalarme mental, física y psicológicamente de nuevo en mi ambiente habitual, mis padres estaban planeando llevarme a algún tipo de terapia para que recuperara el lenguaje.

-Es necesario Félix, que consultemos algunos médicos para que evalúen ¿Cómo podemos ayudarte hijo?

Decía mi mamá constantemente, al parecer se sentía consternada. Mientras que mi padre procuro comprarme una pizarra grande y varios plumones para pintaron para que yo pudiera comunicarme con ellos. Pero yo no sentía que sólo mi voz hubiera desaparecido. yo sólo miraba la ventana en una constante y total depresión, la cual fue aumentando cada día más. A lo cual mis padres me llevaron con un neurólogo, luego con un psiquiatra y termine aquí hablándole a usted doctora Alma.

– Así… Félix-

-Pero dime ¿Qué es lo que te gustaría trabajar más el día de hoy-

– ¡No lo sé! Tal vez una sola cosa, Doctora. ¿Qué era lo que me dijiste la primera vez que te vi?

-Así ya recuerdo Félix…Era sólo un juego. Un simple e inocente juego. Verdad:

-Jack…jack super star.

-Jack…jack es juguetón. –

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS