Sólo dos años mi niño.

Cuando vea a mi niño,

la ternura sin prisa,

estará de su lado.

Sus manitas de lirio,

su carita incipiente,

y el trotar de su risa

jugueteando en mi frente.

,

Cuando vea a mi niño,

este amor de repente

crecerá como un roble,

en mi pecho abonado.

No habrán puertas que encierren,

ni barrotes dorados

el fulgor de sus ojos,

ni mis cálidas manos,

sujetando sin prisa,

ese andar apurado.

,

Cuando abrace a mi niño,

cuando bese su pelo,

estas lágrimas mías,

regarán con esmero,

los jardines de lilas,

los plateados luceros,

los caminos del monte,

como un buen aguacero.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS