Ay! Por favor! No me quieras narrar
Una historia de libros o de películas,
Una que jamás ni siquiera podrás imaginar;
De la cuál, lo más próximo que haz estado
Y estarás en toda tu vida
Será desde una pantalla de cine o tv.
Deja eso para quienes supieron lo que es
Acostarse y levantarse con temor a respirar,
Ni hablar, ha pronunciar una palabra
Que no sonará bien o a alguien pudiera enfadar.
No te atrevas a invocar al dolor;
No tienes ni la más remota idea de lo que esa palabra,
En realidad, significa ni por siquiera definición;
Menos aún, por vivencia.
Deja ya la simulación, es una falta de respeto
Para aquellos que a diario en carne propia lo viven
Y, sin que nadie lo sepa ni se entere jamás, lo soportan.
Por favor, si vas a meterte con ciertos temas,
Procura que antes sepas lo que estas diciendo
Y del significado y de la repercución
Que tus dichos tendrán en aquellos que lo lean.
Piensa muy bien en cada palabra que escribas,
En cada oración y frase que plasmes sobre el tapiz.
Hay personas allí afuera que lo que tu delineas
Ellas las están padeciendo y como pueden
Tratarán de sobrellevar el calvario que en sus días
Han de afrontar sin rimas ni opciones.
Amigo, mide tus estrofas por respeto al mundo,
A quien en silencio transitan estos suelos iracundos.
Por respeto a los dueños y señores de esos padecimientos;
De quienes poseen un corazón deshecho,
Un cuerpo sin alma y una única opción,
Llegar vivos a un nuevo día para ver tan sólo salir el sol,
Sentirlo y así darle un poco de calor a su piel.
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