Él.

Mi dormir,

Mi despertar.

Mi sentido

Y mi soñar.

Yo lo observo

Cuando dulce

Mente espera,

En la oscuridad transita

Su mas delicada inocencia.

Bello rostro,

Quieto aguanta,

Solo el respirar

Se escucha lento

Paz.

El mundo cae sobre mis ojos.

La realidad,

Apaciguada,

Reclina su cabeza

Rendida a mis pies.

Natural por naturaleza.

El brillo de sus labios sellados

En la tibia luz

De la oscura habitación

Se refleja.

Libertad me invade.

Posesión oculta,

Divina contradictoria

Y pasión hinundada

De paciencia y dicha,

Que llena de voz

Mis silenciosas palabras.

Le quiero.

Tenuemente

Le espero.

Me acelero,

Despierta mis sentidos

El callar de los recuerdos.

Junto a él,

Mis ideas de ensueño.

Lo que debo

Y lo que creo.

Lo que quiero.

Pasado de tropiezos.

Futuro de esperanzas.

La soledad tiembla,

Ahora marchita.

Alarga sus pasos hasta el olvido.

Mi vida con él.

Sopesando infinitas preguntas.

Con vaivenes de respuestas.

Pero juntos.

Mis manos tocan el cielo.

Cálido.

Sonrie

Y rodea con su dulce color

Esta noche.

Insomnio.

Versos que perduran

Dejando huellas en mis ojos.

Mojadas yacen por la almohada.

Dulcemente lo miro.

Descansa.

Esta pequeña habitación

Me acerca a sus pensamientos.

Madrugada placentera.

Amanecer al llegar.

Todo acabará.

Mi sueño realizado

Empezará.

Toda yo

Lo que soy.

Lo que tengo

Y lo que doy.

Todo es mio,

Todo es nuestro.

Mi mañana.

Estos versos.

Mi esperanza.

Sin remedio

Perdura

Y me da sed.

Todo el tiempo,

Ya soy suya.

Solo él.

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