Nada nuevo bajo el sol, dijiste
Miré el pájaro fastidiado que levantó vuelo tras el chasquido de una piedra
Yo dije, nada es igual
No teníamos el perdón de Dios a esa hora de la siesta
Como parias nos miramos sin perturbaciones ociosas
Era otra tarde de enero y el cielo estaba sin nubes
Pensé, pensamos o no, que alguien podría salvarse al final del día
alguien de los dos
Una mueca se relajó en los labios
La llegada del ocaso tiraría la moneda y seríamos
ambos o no , cara o cruz.
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