Se agotó el paciente espejo.

No quiere ser más un lago vertical.

Mudo, sin ondas circulares que se repitan,

cuando cae la hoja,

y su eco deja la calma rota.

,

Quiere que floten los nidos,

en enmarañadas cañas.

Tener siempre en el alma,

una bandada de peces,

que naden contra corriente.

Que haya una barca hundida.

Que se vea en el fondo,

sobre el lodo verde claro,

profundamente dormida.

Que se cuente que se ahogaron,

sin darse cuenta, abrazados,

dos jóvenes enamorados.

Que en las noches que no hay luna,

se escuchan sus manos palpando,

siguen sus besos besando,

si saber que no respiran.

Sin saber que el verde lago,

no pudo parar sus brazos,

no pudo frenar sus besos,

que siguen a la deriva.

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