La muerte está asustada.

Ella, elegante con gasas blancas,

novia infinita,

que acaricia y tantea el alma.

Que sabe llenar los oídos de las opacas brumas,

nadie la invita.

¡Es la vida quién maltrata!, dice.

Ella,

que conduce tus pasos para que no pierdan la ruta,

no entiende que pasa.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS