Qué hago yo sin ti y tus grandes brazos,
que cruzan los mares en cada mañana de mis despertares.
Esa brisa tenue, que hasta me ilumina,
recorre una a una todas mis fatigas,
recoge sonriendo, secando veloces las lágrimas mías.
,
Escucha Ternura, mi apreciada amiga,
cuánto yo daría por cargar el peso que a veces yo siento que vive en tu espalda
y aliviarte un poco toda la nostalgia.
,
Pintaría de nuevo toda tu esperanza
con todos los verdes que nacen sonriendo a la luz del día.
,
Y si se filtraran unas florecillas, de esas que son rojas, blancas o amarillas, … matizando el verde ….
Yo las dejaría.
,
Y me conformara al cruzar los mares de mis avatares,
que tus manos anclen sobre mis cabellos,
y que si me duermo,

sólo me despierten un montón de besos.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS