Ella la señora, parada en la puerta vieja de su hogar. me espera fulgurosa escuchando canciones de amor, inocente ella, tan bella….

Mi cuerpo tiembla al verla, ella espera por mi, me resume su día con una mirada, ella la señora, tan bella ella….

Disipo mis dudas con tan solo abrazarla, me impregna con su olor matizado de jazmín, me regala una flor, me acaricia el cabello, vamos déjame entrar le pregunto, pero súbitamente me besa me reconforta, es simplemente perfecta…

Empieza a interactuar con palabras filosóficas, me confunde, no se como responder, me calma con su mirada, me da tiempo, por fin me invita a entrar…

Me acaba de conquistar con un café, se sienta a mi lado, me mira me intimida, ella lo sabe, huele mi temor, pero me acepta tal cual como soy, tímido e indefenso ante su belleza, tal vez eso le gusta, no puedo entender por que se fijo en mí, yo tan simple tan básico, simplemente yo…

Y ella la gran señora se recoge el cabello, me invita a quedar yo me desato en emociones, encierro mis miedos, duermo en el paraíso, y me voy de ahí con la esperanza de volver, para ser feliz, de encontrarla siempre parada en la puerta vieja de su hogar, esperándome, tan bella, tan inocente, tan señora, tan ella…

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