Tres disparos en el apacible San Román

Tres disparos en el apacible San Román

Indiana

19/02/2019

Alex Irasuquín F.

28-06-18

En el apacible San Román, tres disparos muy seguidos en la alta madrugada, de arma automática, apenas perturban el sueño.

Porque inmediatamente hacen pensar que, lo más probable, ha sido un «gatillo alegre» que pasó por la autopista de Prados del Este. El sonido permite calcular bastante bien la distancia, y sin dudas se han producido allí.

En Caracas, aún medio dormido, uno siempre es muy ágil mentalmente con respecto a este tipo de cosas, por experiencia.

Así, si fueron sólo tres disparos de arma automática, no pudo ser, por ejemplo, una persecución.

Porque en esos casos, policía persiguiendo a delincuentes, o delincuentes persiguiéndose entre sí, los disparos son muchos más, y se escuchan por un rato, hasta que se pierden en la lontananza.

Tampoco pudo ser el fin de una persecución, porque en esos casos también son muchos disparos, pero se escuchan en un sitio fijo y no se pierden en la lontananza (esto también ocurrió una vez frente a mi casa, hace no mucho relativamente).

Básicamente uno contempla esos dos casos cuando se trata de muchos disparos seguidos.

Pero yo, pienso un poco más y me pregunto cómo serían percibidos tres disparos seguidos en la alta madrugada de la también apacible Heidelberg, al sur de Alemania.

Al parecer, esta bellísima ciudad, muy pequeña, fue la única población no bombardeada por los americanos en la Segunda Guerra Mundial, porque el gran Mark Twain, autor de las famosas «Tom Sawyer» y «Huckleberry Fink» entre otras obras, estuvo en esa ciudad, escribió sobre ella y ensalzó su belleza, así como el halo mágico de esa ciudad, razón por la cual, dicen, los americanos tenían instrucciones precisas para no tocarla en los bombardeos.

Por el contrario, en una ciudad tan cercana a Heidelberg como Mannheim, no quedó piedra sobre piedra tras los bombardeos.

Pero en la apacible Heidelberg, creo que lo más probable sería que tres disparos seguidos en la alta madrugada siembren el desconcierto entre sus pobladores, y acaso el pánico. Muy probablemente ellos no barajeen posiblilidades ante algo como esto y no puedan seguir durmiendo tan tranquilos.

Sorprendentemente, sobre todo en los 20 años más recientes, los venezolanos de todas las edades hemos aprendido muy bien a reconocer este tipo de sonidos terribles y los posibles contextos relacionados con ellos.

En lo personal preferiría no tener este tipo de experticias, y simplemente, no entender nada de lo que está pasando.

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