Cierra los ojos

Cierra los ojos

Pedro Segura

18/02/2019

Su cuerpo era mi folio,

mi pecho era su cama

belleza en carne viva que controla mis demonios.

Su vestido de seda,

la fruta de mi rama,

inventamos un mito para escapar del monopolio.

Entre besos y versos,

entre rimas y sexo,

vivimos el momento sin querer que terminara.

Nos saltamos el rezo,

y pasó después de eso,

con gestos y señales me pedía que le amara.

Mi boca lentamente, besa su piel morena,

el morbo del momento, del pecado, del placer.

Mi alma descarnada, vive y muere de pena,

porque mis poemas se trasforman en mujer.

Comenzamos el acto a eso de las doce,

flotamos en el tiempo hasta que dieron las tres,

la tinta de mi pluma gozaba de su roce,

creando poesía tatuada en su piel.

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