Apenas puedo calcular la dimensión de la herida, tampoco es que me lo proponga, aunque alguien siempre piense que a eso es a lo que me dedico, simplemente me canso, me siento tan cansada de bordear siempre los límites de la caída única, de la única y definitiva caída.

Y me canso de culparme, de justificarme, de animarme, de compadecerme, de amarme y odiarme, de caer y sostenerme, me canso de vivir las contradicciones de la extraña que habita dentro-en-hondo-tras-bajo esta corteza estática y aburrida que transita por donde vosotros veis.

Ni me entiendo ni me comprendo, perdí la paciencia y el imperdible, aunque eso parezca imposible como su propio nombre indica, pues bien, yo lo perdí y ya no me engancho a nada, no puedo, no sé cómo ni con qué.

Majadera, eres una majadera jugando con las palabras, procura no olvidar su tremendo poder y que pueden convertirse en poderosas armas y que a veces se transforman en boomerang, cuidado con las palabras.

Quiero enterrarme en hermosas palabras, no quiero seguir agonizando esta interminable noche de visiones y fantasmas, invocaré a mis favoritas para que vayan cubriéndome:

Fresa-cielo-taburete-fantasía-frambuesa-bebé-sincopado-arruyo-ronronear-metafísica-engatusar-cíclope-mayestático-dorada-alba-mar-delicia-genial-buganvilla-crepúsculo-otoño-melodía-controversia-es

ter

noclei

domas

toi

deo.

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