Pausa para frenar

Tu silencio es una máscara con tramos invisibles,

pequeñitos

y difíciles.

28 llaves giran sin mover la cara.

Y aunque la ofensa se ofrece mutua,

se ejecuta el trato,

se suplica

que por lucidez no se encienda la luz,

que se excluyan los peros,

que se entienda que la tregua es un suspiro,

solo eso, un suspiro.

Y que saltar y caer de esa poca elevación se parece a la paz.

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