Y no diré que lo intente, porque solo es una excusa, basta con decir que perdí, y hoy en día desperté de tal pesadilla conocida como realidad, y puedo decir con certeza lo peor fue aquella mentira conocida como ¿felicidad? Triste circulo vicioso, burlándonos de los idiotas que aparecen frente al espejo, ya lloré, ya sufrí, tanto que mis lágrimas formaron mar en este desierto, y mis gritos acabaron el silencio de este funeral, gente sollozando en vida, pero a nadie le interesa pero cuando son felices les pudre la envidia, quieren paz, pero en casa el más fuerte es quien manda, y aunque les encanta ser felices; claro a costa del otro, lastimando sentimientos, destruyéndolos convirtiendo tanto sueños como esperanzas en cenizas, obligándolos a usar mascaras especiales aunque ellas no permiten respirar esas que nos consumen intentando resaltar, en este mundo de hipocresía solo nos queda reír, reírnos del futuro que nos espera y de esta asfixiante realidad donde dar un paso a la muerte no es mucho pero nadie se quiere ir, en esta fiesta de odio tomemos un poco más, hasta que estemos borrachos de purita sociedad, fumándose un puro sin prestar atención, son los sueños que se esfuman, cansados de presenciar, este veneno del cual desde siempre bebemos sin pensar en nada más, el ridículo pasara pero no creas que por eso el vacío se cerrara.

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