EL ESPEJO

¡Cuanto tiempo ha pasado! ¡Como le ha cambiado la vida!

¡Con lo que fue en otros tiempos, y ahora parece un alma perdida!

Me mira, pero no me reconoce. Le miro fijamente a los ojos, solo me falta llamarle a voces.

Nos miramos frente a frente. Nos curioseamos uno al otro, y no tengo más que pensar: nada tienes que ver con aquel que parecía un potro.

! No se qué pensará él de mí! Imagino que algo de envidia sienta.

Si supiera como me encuentro, si me pregunta, seguro le mienta.

Me sigue con su mirada. Mi vista no le aparto.

¡Que putadas tiene la vida, y que mal hecho el reparto!

Ángel Márquez Díaz

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS