Quizás, algún día.

Quizás, algún día.

B

29/12/2018

Quizás,

algún día,

le de a tu alma por retumbar.

Por removerse incómoda

en un cuerpo

que ha visto unos ojos llorar

y que le ha dado igual.

Quizás,

algún día,

el esperpento de amor

que decías sentir

empiece a arder en sus propias cenizas.

Porque quizás,

algún día,

notes tanto mi ausencia

que tu carne empiece a escocer.

Porque el tiempo agrietará

tus ojos

y se abrirán.

Te darás cuenta tarde.

Muy tarde.

Quizás,

algún día,

lo verás.

La piel

de la nueva chica

a la que tocas,

no es la mía.

Su forma de escucharte,

de esperarte cuando

vuelves,

no es la mía.

Ni sus ojos,

ni sus pecas,

ni su gracia,

porque

no

soy

yo.

Quizás,

algún día,

entiendas que no soy una musa.

Jamás diré que

esa chica sea

pésima;

quizás sea incluso

insuperable

su gracia,

su risa,

su forma de esperarte.

Quizás,

algún día entiendas,

mi vida,

que el tiempo pasa,

y si no se desafía

al duelo

de frente,

se tiene que hacer

detrás.

Engañándola.

Engañándote.

Lo que yo digo,

vida mía,

es que te amé

con franqueza.

Lo sabes,

porque cuando me miras,

sin quererlo,

me lo gritas.

Lo que yo digo,

vida mía,

es que quizás,

algún día,

te des cuenta

y te de por

volver.

Quizás,

algún día,

tu alma te empuje a verme

y no te abra la puerta.

No es que no quiera verte,

es que a mi huesos les duele.

Por mucho que

tu alma queje,

por mucho que

tus ojos suspiren,

por mucho que tus manos

busquen mis lunares,

mi pecho estuvo roto

durante más de muchos días

y tu única respuesta fue

quererte solo

a ti.

Tan solo te quisiste,

que te hiciste sentir

a ti mismo así.

Solo te deseo

la paz

que tú nunca me diste.

Solo espero que

cuando abras los ojos,

dejes de verme en un cuerpo

que no es el mío.

Quizás,

algún día.

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