La oí cantar
y nunca entendí
el origen de tanta magia,
Lo presentí
era muy parecida a una sirena
sin el detalle de malicia,
Ella hacía flotar los vértigos
con un poco de suerte, inclusive
podía destruirlo.
Solo debías dejar que te abrace
corría oro por sus dedos
y una rosa debajo del corazón.
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