¡Para de pensar!

Ojalá tuviese el poder para volver, ver qué fue lo que paso, cual fue ese corte irreversible o esa gota de veneno letal, continuo en este viaje, un taxi con rumbo desconocido, la noche sin vacilar me susurra, princesa… toma aire, sécate esas lágrimas, continua tu camino, me retuerzo de dolor por las heridas, mis ojos cansados buscan descanso, el frio que me envuelve, me seduce, mientras me dejo ir en su ternura, como frágil roció el viento me ha trasformado.

los años se marchan al ocaso esperando olvidar las tristezas vividas, esperando un amanecer sonriente que les invite a disfrutar, la vida es eso por lo cual lucho sin pensar.

esa marca de la cual huyo anhela mostrarme la salida a todo esto, Las espinas de las rosas, son espinas que protegen, no son cadenas, son escudos quienes capturaron mis lágrimas, las cuales en un cielo despejado buscan mojar la tierra seca del olvido.

Atravez de mi los sueños desaparecen, sueños que en sueños han quedado patética vida han tenido pues la muerte en insuperables versos marca en fin de su agonía entonces, vuelvo a dormir, descansa que mañana tendrás que seguir, pero por mucho que pasa el tiempo está herida no ha sanado, sufro constantes agonías, la vida me impulsa a seguir caminando, propensa a escapar fluyo al vacío que en su seno espera mi descenso, solo que ahora hay paz, descanso de mi guerra mental, esta frase ronda mi mente “sonríe hasta que llegue la persona que te haga quererte.

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