PINCIPIO Y FIN
Frío y llanto al nacer
soledad y miedo al morir,
y entre medias nos legaron
una vida por vivir.
Mundo cruel y despiadado
por el cual transitar,
sin otra meta a mano
que subsistir o triunfar.
Y si el llanto al nacer
es, premonición divina
de dolor y sufrimiento,
conste aquí este lamento
que lanzo a los cuatro vientos:
«Vine al mundo sin pedirlo
no soy ni listo ni tonto,
he nacido sin fortuna
-como tienen tantos otros-
voy capeando la vida
y nadando entre dos aguas,
teniendo siempre presente
que esta vida es una farsa».
Más… no quiero pasar
por esta inmensa colmena,
sin aportar mi granito
en esa playa de arena,
que baña ese dulce mar
-pues si somos de agua y tierra-
que mejor tumba serena
para poder descansar.
OPINIONES Y COMENTARIOS