Hasta que un día decidiste decirme adiós.

No voy a decir que me puse triste o que estaba sorprendida, porque no fue así.

No voy a decir que te extraño ni que me haces falta, porque tampoco es así.

Sí voy a decirte que, sinceramente, duele el desamor.

Duele porque uno no elige enamorarse, ni cuando, ni de quien.

Duele porque uno confía, porque ama, porque entrega, porque abraza.

Duele porque es el tiempo que uno pone y uno deja por el otro.

No voy a decirte que hubo lágrimas ni bronca, o bueno, bronca quizás si.

Si, hubo bronca porque dí lo mejor de mi, porque lo di todo, porque te amé con cada milímetro de mi piel.

La bronca está, no se fue, porque espera poder largarlo todo y sin embargo no puede, o no debe, o se abstiene.

No voy a decirte que no me arrepiento, porque me estoy arrepintiendo eternamente de haber decidido confiar en vos, y que me conozcas tan en profundidad para que seas capaz de destruirme. Pasar de conocerme a deshacerme en un par de segundos, porque, lamentablemente, me conoces.

Conocernos implicaba saber como lastimar al otro pero elegir no hacerlo.

No duele no tenerte cerca, no. Duele el haberme despertado cada día durante 32 meses y elegirte una y otra vez a pesar de todo.

Pero no pasa nada. Todo cambia, vos cambiaste, yo cambié. Y por suerte, supuestamente todo sana.

No pasa nada. Voy a seguir adelante como si nada, y vos también lo vas a hacer, porque no tenemos opciones.

No pasa nada porque si algún día me necesitas para hablar ahí o acá voy a estar, sin rencores, sin dolores, o fingiendo que no duele lo suficiente.

Uno va y viene por la vida, sin ver, sin oír, sin darle importancia a lo que merece, sin valorar lo que nos hace ser mejores que ayer.

Uno va y viene por la vida rompiendo a los demás, deshaciendo corazones que ya han estado rotos, estrujando el amor que con tiempo costó encontrar.

Uno va y viene cansado de los demás, pero nadie se fija en uno mismo.

Y esto no es un «hasta luego», o «hasta pronto que nos vemos», no, es un «Buena vida, que acá todo se termina».

Te deseo lo mejor, sin rencor, pero siempre en mi corazón.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS