PENSAMIENTO EN VOZ ALTA
Espuma de blanco rizo
trae la mar
a nuestras playas,
con algas mezcladas con sal
que mueren abandonadas.
Conchas
que seres vivos
habitaron como casa,
pisan mis pies descalzos
mientras los bañan las aguas.
Sobre la línea del horizonte
ya se vislumbran las barcas,
de esos toscos marineros
que salieron con el alba.
Traen sardinas y jureles
con alguna que otra gamba,
que apenas cubrirán los gastos
de sus empobrecidas casas.
Grande es el mar
insignificante el marinero,
esta desigualdad
suele acabar en duelo.
Tributo pagado a las aguas
con el IVA y las derramas.
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