TU Y YO
Dime tú
nínfa del amor…
que ese cuerpo de pecado
que tus padres y Dios
te han dado
para hacerme padecer,
es real, y no espejismo
que mañana será el mismo
que me haga suspirar
y estremecer de placer.
Y bendigo ese momento
de conocer la tersura
de tu cuerpo y de tu piel,
-cuando ajenos al pecado-
con nuestros cuerpos desnudos
bañados con luz de luna
y entregados al amor,
creí yo enloquecer.
He de gozar con migo
he de amarte eternamente,
he de besarte en la frente
y seguir hasta los pies…
he de querer tu sonrisa
he de mirarme en tus ojos
he de fundirme en tu piel.
He de ser siempre muy tuyo
soy, de una sola mujer.
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