Tren de largo recorrido

Tren de largo recorrido

María Garrido

15/01/2017

Salí una mañana por la puerta grande mirando solo hacía delante. Grande era mi sueño, ligero mi equipaje. Tan sólo unos recuerdos en un lado, doblados. Una ilusión que casi se escapaba, en su ansía por el nuevo mundo. Subí a un tren que pasaba, en una estación que me decía adiós. Miré por la ventana con brillo recién estrenado en la mirada. Bajé en algunas paradas, para luego seguir en ese tren sin destino, ni siquiera camino. Lo dejé en la última playa, donde el sol quemaba. Dónde la piel se clavaba en su propia piel y los días eran pura alegría. Sin noches, tan solo días. Mirando al infinito, acariciando la nada. Nadando entre corrientes de aguas calientes, que me empapaban de sal líquida, de arenas finas y blancas. No vi pasar otro tren, los días recuperaron sus noches y una maleta quedó olvidada en una playa.

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