PATERO DE ASFALTO

Un mendigo en la calle.

¿Que razón tiene?

No la tendrá quizás

Cierro los ojos por un momento

imagino ser él.

No me hará daño el juego.

¿O, quizás sí?

Aventuro mi mente en el laberinto

de forma incosciente.

Busco respuestas.

¿Las drogas, un desamor, vicios comunes?

¡La maldita mala suerte!

«Estar en el sitio erróneo

en el momento justo»

Me hundo con él.

Y, desde el fondo del pozo

veo pasar la gente.

Se asoman, murmuran

echan pan al «animal».

Pero no te dan la mano,

manchas.

Y, se van.

¡Dios! No podré salir jamás.

Un escalofrío recorre mi cuerpo

me sobresalto,

vuelvo en mí.

Y, huyo despavorido

de ese castillo de cartón

que fue mío un segundo.

¡Una eternidad!



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