Laboralmente sintiendo

Los sentimientos no sólo se manifiestan en el amor, sino también en otro tipo de relaciones, ya sabéis: amigos, familia, trabajo…

Pues bien, hoy voy a tratar el tema del sentimiento laboral.

Seguramente muchos de los que leáis esto os sentiréis identificados, pues uno no sabe lo que se siente hasta que le toca estar en el paro.

Lo primero, y lo más importante, es no perder el norte. Estás inmerso en una situación que no es estática, ni lo bueno dura para siempre, ni tampoco lo malo, así que ánimo.

En mi caso, he pasado por todos los estados emocionales existentes:

1- Incomprensión: no entiendes el por qué de tu situación cuando verdaderamente lo has dado todo. Has trabajado duro y lo has intentado con todas tus fuerzas. Has dejado de lado muchas cosas importantes de tu vida para sacar adelante todo el trabajo, por eso es lógico el preguntarse constantemente el por qué. Pues bien, me he dado cuenta que no sirve de nada, bueno si, para lo que sirve es para martirizarte y hundirte más en la mierda, para eso viene genial.

2- Rabia: tema delicado. Estas tranquilamente haciendo otra actividad para tener tu cabeza ocupada y….boommm¡¡ te sube desde lo más profundo de tu ser un sentimiento de rabia que hace que te arda hasta el estómago. Intentas por todos los medios obviarlo, y no, no puedes, solo tienes ganas de gritar hasta quedarte afónica. Pero ehh, yo siempre he dicho que mejor fuera que dentro. Si te sube la rabia, sácala, pero de manera productiva. En mi caso, me estoy planteando hasta hacer un triatlón, con eso de canalizar.

3-Impotencia: tras superar como puedes los dos pasos anteriores, este es sin duda el más jodido de llevar. Sientes que hagas lo que hagas, esto no tiene solución. Intentas cerrar ese ciclo laboral, pero no te dejan, o más bien «no te dejas», y te lamentas de lo desgraciado que eres. Pues bien, también me he dado cuenta que no sirve para nada, es más, si sigues jodiéndote a nivel mental, te aseguro que la cosa va a peor. Cuando sientas impotencia, te recomiendo que te vayas a dar un buen paseo, el andar tranquiliza.

4-Decepción: bien, te has dado cuenta de que se han reído de ti y que has sido tremendamente gilipollas, pues ya esta, no pasa nada, ¿y todo lo que has aprendiendo realizando tu trabajo lo mejor que has podido?, ¿y los compis que te llevas?, ¿y esos clientes maravillosos que todavía te llaman y se acuerdan de ti?. Positivo, siempre positivo.

5-Aceptación: llega un momento en el que estas tan cansado de tu «yo» actual que decides aceptar la situación. Hola, me llamo «X» y si, estoy en el paro. Lo aceptas sin más y ahí es cuando empiezas de verdad a mover el culo, espabilar y poner en marcha un estrategia en toda regla para encontrar trabajo. Al aceptarlo, también haces que los que están a tu alrededor lo acepten, y si, aunque seas un cabezón testarudo y no quieras la ayuda de nadie (con eso de sentirte inferior), consejo: ACÉPTALA. Tu harías lo mismo si estuvieras en el otro lugar.

6-Deseperación: esta «cabrona» aparece cuando menos lo esperas. Bien, gestiona, gestiona con todas tus fuerzas este sentimiento y piensa que cuando se cierra una puerta se abren mil ventanas. Y repito, ninguna situación es estática, aunque parezca que vas a estar toda la vida así, no, trabajarás y volverás a estampar el despertador contra la pared.

7-Motivación: de todas las anteriores, esta es la más importante. Como pierdas la motivación vas de culo. Siempre tienes que tener presente que de situaciones de mierda puedes tener tu mejor oportunidad laboral. Haz nuevos proyectos, estudia, aprende cosas nuevas, y no dejes de buscar y buscar, porque el que busca encuentra.

Como veis, un sin fin de cosas se te pasan por la cabeza, es una locura, pero una locura de la que puedes aprender. Cuando estás en esta situación, empatizas aún más con los problemas de nuestra sociedad, la cola del paro es tan larga, y de todas las edades y culturas amigos.

Este post se lo dedico a todos los que estáis en mi misma situación, realmente es un post de ánimo y pensar, pensar que ya veréis como os dais cuenta de que verdaderamente sois buenos. Sacar proyectos adelante, moveros hasta que no podáis más, porque el que siembra recoge.

Aprovecho también la ocasión para agradecer a mis padres su apoyo, y hacerme sentir que su casa sigue siendo la mía. A mis amigos que todos los días me repiten la frase de «CREEMOS EN TI», a mi pequeño, que por todos los medios intenta que no pierda nunca la sonrisa, y a todos aquellos que de manera incondicional me están echando una mano para encontrar trabajo. Sois lo más importante, no lo volveré a olvidar.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS