En la puerta del lote el pasto ha crecido, arranqué con las manos el que rodease el gran plátano herido, vaya sorpresa, papeles con mierda y algodones o toallitas, de esas que usan las mujeres, adornaban el lugar. Un perro se había entretenido rompiendo la bolsa que del baño del vecino gimnasio depositan en mi puerta. Casi sin asco he procedido a levantar aquellas inmundicias, hoy se lo he referido a la chica del gimnasio, no le gustó, pero a mí tampoco me gusta levantar aquellas porquerías. Esta mujer vé que los perros destrozan la bolsa de chanchadas que allí deja pero «ni mosquea». A los canes les encanta comer caca y viendo u oliendo una bolsa repleta de papeles malolientes, quién les detiene ante tal delicia. Son tan lindos, pero tan sucios…El muy puto del petisito del gym se burla de Marilina, me dice que no es completamente eficiente o «ducha», no se le pueden delegar demasiadas tareas, es buena en lo suyo pero con limitaciones. Me he dado cuenta de que es así, se «tilda» y de a ratos mira en modo extraño. El pequeño continúa y le dice verla tirando de un carrito enganchado a su bicicleta y en el carrito su madre, Kuky, «no podés ser tan hijo de puta, me digo para «mis adentros»». «La Kuky» se encargaba de la limpieza del gimnasio teniendo la mala fortuna de ser atropellada por una mujer imprudente que corría en su automóvil llevando a su hijo al colegio a primeras horas de la mañana, seguramente salió tarde de su casa o el chico se durmió, o fueron ambos quienes se durmieron, y esta pobre desgraciada en bicicleta tuvo la mala fortuna de encontrarles frente al banco de la Provincia donde la apresurada madre se entretuvo partiéndole un fémur a la mitad. Esta pobre tipa me contaba haber trabajado en cualquier cosa, incluso tirando jaulas de pollos desde un camión o barriendo las calles. Había tenido muchos hijos habiéndose juntado con un tipo bastante vago, lo típico. La imagino en los fondos de su casita del barrio Libertad, un emplazamiento pobre y alejado, quemando el pasto seco que amontonare luego de que le cortasen el césped, junto a la basura de la casa yo le hubiese agregado la bolsa repleta de papeles higiénicos sucios que Marilina deposita en la puerta de mi lote. Me veo diciéndole a la muchacha, «no la lleves todas las semanas»,»no cambies la bolsita una vez a la semana», «dejala quince días en el tarrito y andá comprimiendo los papeles», «una vez bien pipona la cargás en el canastito de tu bicicleta y se la das a tu mamá para que la queme con el resto de la basura, total a ella le gusta quemar basura». Me cago de risa solo, de sólo pensarlo, me divierto barato, como me lo reprochare mi padre muerto. Ahora que joden con el aborto al menos que sirva para impedir el nacimiento de idiotas, ya demasiado problemática es la vida como para traer gente así al mundo, basta de mogólicos, debería ser obligatorio hacerle abortar a una mujer futura madre de un discapacitado, hay que mejorar la raza, no empeorarle ni cargar a la humanidad con más problemas de los que ya tiene. Hay un canal de televisión mexicano , el Canal de las Estrellas, yo le llamaría el canal de la basura…, de a poco voy retomando el hábito de la lectura, por el momento en PDF y en la compu. El dolar continúa subiendo y yo continúo siendo pobre…Me acostumbraron a orar, a perder el tiempo, a confiar en cambios mágicos aguardando la ayuda divina. Todo esto logró debilitarme un poco más de como la naturaleza me había hecho. Iba a misa y no lograba ver nada en aquel sagrario dorado, me decían que estaba dios. La imagen de la virgen la veía vacía y no me equivocaba. Cristo se creyó el hijo de un dios inexistente, nada más…, nunca le ví, nunca estuvo, orar y perder el tiempo…, ladrillos a la vista…, cazadores de mentiras…De re chupete…, pete que va…, pete que viene…, el pibe se entretiene…, no tan pibe, y bue…Que los trate «montoto», al carajo con todo, con todos, me estoy cagando de frío y no consigo dormir, temo que Ariel haya dejado abierta la puerta de calle, no me quiero cambiar, he de salir en pelotas, deben de hacer dos grados afuera…Me cago hasta que ya no queda nada que expulsar, me constipo al punto de no poder mover el vientre y verme torturado por retorcijones dolorosos, mis nervios se destruyen…He comenzado a vaciar el departamento de Congreso, a retirar lo que no regalé al museo, todo me pesa, el pecho se me comprime de un extraño dolor, me falta el aire y me canso de forma repentina, la mente me está jugando en contra y patea los goles al arco del rival, esto dejó de ser un juego para tornarse un suplicio, estoy a días de cumplir cincuenta años y ya no quiero estar. Sigo escribiendo en esta agenda que no hace otra cosa que exaltar la imagen de comunistas latinoamericanos, puta ideología que sólo ha causado decadencia y atraso en nuestra América, como a ellos les gusta decir. Es urgente poner en ejecución un control radical de la natalidad, están inundando el continente de gentes que nunca encontrarán un lugar donde ubicarse, viéndose obligadas a permanecer en la miseria o vivir de los Estados, a los que terminarán por arruinar conduciéndoles a su extinción, eso es lo que quieren, refundar América bajo el signo de la hoz y el martillo, seguir los caminos de Cuba y Venezuela, tal vez lo logren. Nadie quiere, nadie parece poder ponerles freno…Las dos carátulas, tragedia y comedia, supe tenerles, ahora en el museo. Ahora tragedia, no aquella salida de bocas profanas al «empilcharte» para un evento. Tragedia cotidiana de arrastrar un constante desagrado ante la vida, ante volver a ver la luz, ante las mismas penas, la misma rutina, la soledad aceptada, sé que así será de ahora en más. Anoche me hube detenido en una esquina, Perón y Callao y súbitamente me he percatado que lo mejor sería aferrarme a la soledad, no intentar rehacer mi vida, un sentir de duro y férreo pensar y establecerme en esa soledad que nunca quiso irse, que me acompañó desde niño para quedarse plasmándose en soberbia, resentimiento, desprecio, en un apartarse a un lado del camino y esperar…Pupo ha tirado una botella de coca cola que explotó, afortunadamente no se cortó, el muy chancho no dejaba de lamer el oscuro brebaje del suelo, he debido de tirar un balde de agua, su agua, de su tacho plástico, de donde bebe, y no dejaba de lamer…, barrí el agua con coca cola hacia el jardín procurando no mordiese el escobillón. Ariel juntaba los vidrios al borde de la tierra, al filo de la vereda, luego corrí heladera y cocina y aproveché a barrer el pelo de ellos que allí se esconde junto con el agua derramada, luego con un trapo de rejilla acabé de secar el piso, mi hermano me ayudaba mediante un trapo de piso. Debí dejar la puerta de la cocina abierta, el frío era grande, me apuré a poner el calefactor en piloto, no me había percatado de que mi madre lo había prendido, pero calefactor prendido y puerta abierta, eso sí que no…He despertado mal luego de una noche teñida de pesadillas, me encontraba recostado dentro de una bóveda, tal vez la nuestra, pero había muchos cajones y nosotros solamente tenemos el de papá. Trapos sucios asomaban de los costados de los ataúdes cerrados, tocaban un lado de mi cuerpo tumbado, me manchaban con líquido cadavérico y me era difícil romper ese nexo que unía mi cuerpo al ataúd vecino, creía tener paz y me veía tendido boca arriba pero aún no había muerto, la paz completa recién la encontraría con la muerte. Mis tripas crujen y el malestar estomacal no cesa. Una fea constipación me aqueja, he movido el vientre entre fuertes espasmos, me arranqué la ropa y me metí debajo del agua caliente. Me cagué en el piso, el agua se llevó todo por el desagüe. Mamá no pudo hacer la comida, su contractura era inmensa, los mareos le desarmaban, presioné su espalda, enormes nudos sonaban a ambos lados de la columna, debajo de los omóplatos, gritaba de dolor, como de costumbre, al rato estaba algo mejor, ahora le escucho roncar. Hice sopa sin sal, comí un trozo de zapallo con queso de rallar y una taza de caldo. Ariel comió las papas y mamá tomó un plato de caldo. Ayer le tiré la salsa que comenzaba a preparar a los perros, lloró, había amanecido contrariado y con dolor de estómago, no quería más salsa, no debí hacerlo, pero el estado en el que he quedado me impide comportarme de otra manera. Soy muy desgraciado, no contengo mis ganas de orinar y no quiero levantarme al baño, me falta orinarme encima y dar por completo un horrible panorama que no logro enmarcar en parámetros de pretendida normalidad. Hace frío, odio el frío, aunque ya nada logra inmutarme. ahora me rompen las pelotas con mi licencia, yo no quiero ver más alumnos, yo no quiero ver más gente, me cuesta enormemente llegar a entablar una pequeña relación con la gente del gimnasio, que es la única que estoy viendo, sin contar las dos mujeres que atienden a mamá. con estas personas me es difícil interactuar, sería imposible volver a ver alumnos y docentes en grandes cantidades o en pequeñas cantidades, sería imposible verles en modo ninguno, ya no puedo, apenas logro seguir viviendo signado por depresiones constantes y con un humor asqueroso, intolerante y herido, lo mejor es apartarme, para los demás y para mí, y estos idiotas me quieren volver al aula, en último caso he de renunciar. Ahora debo viajar hasta Bahía Blanca, no sé si está bien lo que estoy a punto de hacer, dos días allí, gastando lo que no tengo, no sé…, no sé…, lo que quiero es no moverme a ninguna parte, todavía se me aflojan las piernas al recordarle, fue feo lo que hizo, incluso le robó un jeans a mi hermano, eso me ha dolido mucho, fue herirlo y herirme, no tenía derecho a hacerlo, mi hermano fue muy bueno con él, demasiado bueno, qué de odio albergaba su espíritu, qué mala suerte que hemos tenido con la gente que conocimos, qué feo que nos equivocamos, qué mal que salimos parados, que de qué, decía ese idiota del Chavo, qué fue lo que nos pasó, que de qué…Mal de muchos, consuelo de tontos y orgullo de necios. El «sabalaje» nunca más, no sé lo que vendrá, mas eso no, fue mucho, fue demasiado, ya no, ya fue…, eso murió, mucho ha muerto en mí, casi todo y lo muerto así ha de permanecer, bien muerto, diez veces muerto, cien veces muerto, no hay vuelta atrás. Se me oprime el pecho y no puedo evitar las lágrimas al pensar en el robo del pantalón, por qué tanta maldad, era necesario hacer algo así. Le he vuelto a soñar y me arrastraba por un gran patio a cuyo lado había una iglesia, me arrastraba llorando, gritando angustiado, todo esto no parece tener fin, el dolor en la boca del estómago desaparece y vuelve a aparecer con el llanto, viento helado se cuela al través de las pesadas cortinas de una habitación saqueada, una grieta y el dolor estomacal molestando otra vez. No sé de qué ocuparme, nada quiero hacer y lo poco que he hecho en estos meses de horror más horror ha causado en mí, la incertidumbre es enorme y tengo que seguir con vida, sigo sin seguirlo, estoy sin estar, nada sale como debiera salir, el pobrecito de Ariel ha ido a ver un departamento que le ha gustado mucho, tampoco se lo puedo comprar, ha intentado vender el que tenemos y le dicen que es muy pequeño y va a ser muy difícil venderle, el lote tampoco se vende, plata no ingresa de ninguna parte, esas soluciones mágicas en las que deposité las pocas esperanzas que me quedaran resultaron ser eso, magia, solamente magia y el truco falló, como pude ser tan idiota, tan mal estaba, tan mal que no dejaba de apuñalarme a diario, pero lo merecía, es imperdonable el haberle apuñalado a él, ahora no tengo huevos para matarme y es lo que ya debiera de haber hecho, no hay cambios, no hay mejoras, la soledad se agiganta, la noche todo lo envuelve, todos los viejos proyectos han muerto. Algunas estúpidas fantasías atraviesan mi mente, trato de hacerles a un lado, jamás seré padre, jamás formaré una familia, aguardaré…, aguardaré lo peor, he de permanecer distante o encerrado, las flores del mantel velan esta noche de invierno cargada de silencios y helada de pesares. nuevas discusiones, nunca debí traer a nadie a este infierno, fue una terrible estupidez. ha pasado casi un año desde que este sujeto no frecuenta esta casa y mi madre le sigue teniendo tan presente como yo, es feo el daño que me sigue propinando mamá, sus estúpidos celos respecto de la madre de aquel chico…A esa mujer jamás le quise, es más, procuraba no verle y cuando le traté fue para pelear. mi madre le sigue celando y me repite haber visto lo que iba a ocurrir mucho antes de que ocurriese. Seguramente no se equivocaba pero todo esto no hace más que herirme un poquito más y ya me han herido mucho. No tengo dónde ir, al pequeño departamento donde le apuñalé no quiero regresar, la plata que pude tener ya no la tengo, jugué al «gran donante» sin tener nada, nunca quise mostrarme como pobre, nunca toleré me dijesen qué hacer, no sirvo para depender de nadie, me gusta mandar y que acaten ciegamente mis órdenes, no tolero un no, esto es así desde que tengo uso de razón, me violento ante la más mínima contradicción a uno de mis caprichos y soy capaz de responder con una puñalada, muchas veces me contuve hasta que finalmente lo hice. Hoy todo comenzó luego de que mi madre le diese de comer ñoquis a Pupo por debajo de la puertita de alambre, de a uno, hasta que William se avivó y casi mata al viejo Pupo, yo no sé si está algo idiota por lo vieja, aunque siempre fue igual, su cabeza vuela. Pupo acaba de entrar goteando sangre, ella duerme entre torturas cotidianas, ya no quiero seguir. Aquí nadie piensa con la cabeza, el perro no deja de entrar y salir manchando el piso con gotas de sangre. Aquí todos estamos malditos…He vendido un sifón azul y el tipo que me lo compró trabaja en la feria que depende del Museo de la Ciudad, le comenté que allí había donado mis colecciones, me miró como diciendo que no permanecerían allí, que las venderían, espero que esto no ocurra, allí dejé gran parte de mi vida, todo lo que fui juntando desde niño, si hay un dios y en algo se apiada de este pobre desgraciado, que al menos conserve en aquel sitio lo que con tanto amor y entusiasmo me ocupé de atesorar y si este Dios me quiere ver por entero aniquilado, aun más de lo que ya me encuentro, que vuelva a desperdigar aquellos objetos. Esos objetos me llevan dentro, creí salvarles al dejarles en aquella casa, espero no haberme equivocado y si me equivoqué será el error más doloroso, allí fueron los retratos de mis ancestros, allí el cuadro-altar de sor María Josefa, tía de mi madre. ya he sufrido mucho y creí haber hecho algo bueno al dejar todo eso en el Museo. Creí resguardar lo poco que logré hacer en la vida, que mi nombre y el de los míos, al menos quedasen en la memoria de aquel museo. Tal vez se cumpla mi voluntad, si así no fuere que esta maldición que me acompaña desde el día en que nací acabe por llevarme rápido a la tumba y borre mi desgraciado nombre para siempre. Nada he logrado ser, nada de lo que me propuse pude cumplir. Creí haber plasmado el deseo de otros y el mío, al dejar esos objetos que a otros y a mí pertenecieron resguardados en aquella institución. Que así sea, si los objetos guardan el alma de quienes les amaron y esos amantes hicieron que allí les depositase, que allí se queden para que nuevas generaciones les valoren tanto o más de lo que yo supe valorarles…Hoy ha sido un día triste. Anoche he soñado con una virgen castaña, procuro olvidarle, se me dificulta lograrlo, pero no puedo seguir penando…, aunque ya no le encuentre gusto al día…, se me alarga y no sé qué hacer, en qué ocuparme pues nada me entusiasma. Se acabó el mundial, ya estaba cansado de escuchar hablar de esto, la televisión no era otra cosa. Mientras jugaban Francia y Argentina fui al chino de la esquina, un pibe reponía mercadería, se le veía interesado en nada, los chinos le pagarán monedas, ellos miraban el partido en la caja, la villera que me cortó el fiambre se apresuró y ni bien me hubo despachado de muy mala manera corrió a unirse con el chino y la china vieja a ver el mundial. El repositor siguió en lo suyo, no fue a ver el partido, el pobre pibe ha de precisar la guita y sabe que el fútbol nada le puede llegar a solucionar, a mí nunca me gustó ese deporte de mierda, es raro que a los putos les guste el fútbol. El chinito me preguntaba si me gustaban los partidos, le dije que no, que era un deporte de villeros, para provocar a la cajera, una negra grandota y hombruna que extasiada contemplaba el partido. El chinito es poco o nada masculino, aunque esta gente parece carecer de sexo, al menos muchos de ellos, pero me inclinaría porque es gay tapado, su gente, si se entera que lo es, lo mata…Apenas me comprendía lo que le decía, pero logró entender que en China no eran adictos al fútbol, algo que procuraba hacerle ver, sí, me dijo, allí el pin-pong es furor, claro…, le respondí. Otras dos viejas con pinta de sucias se proveían de mercancías dentro del inmenso supermercado… Volví a casa, almorcé arroz con papas y zanahorias, abrí una lata de atún al escabeche, comí unas fetas de bondiola, chocolate aireado y una manzana asada…, y Argentina afortunadamente perdió ante Francia, y todo se acabó, el silencio es rey…Nuevamente constipado, me he hecho un té de cedrón con mate cocido, luego de mover el vientre y comenzar a sentir pequeños cólicos, al cagar me vino a la memoria aquel amable comentario que hiciera al verme un compañero de colegio «el momento del día en que me acuerdo de vos es cuando voy a cagar», yo tenía dieciséis años, luego repitió cuarto año, más tarde robaba junto al padre y creo que finalmente le detuvieron. Esta rata se llamaba Adrián, luego le habían puesto a ayudar misa, así es la vida. De niño le sentaban junto a mí, en la primaria, y siempre me molestaba al salir de clase, la tenía conmigo y con mi hermano, de haberle podido matar lo hubiese hecho. Las pobres mentes de los argentinos continuarán cautivas del fútbol, la gente seguirá viviendo en la miseria pero feliz con el triunfo de Argentina, de Boca, de River, drogándose en las canchas, chupando, cogiendo y pariendo. Pero felices, me olvidé del asado…Después de tantos meses ese enano estúpido que supo escucharme en momentos difíciles viene a aprovecharse de la información que con astucia supo sacarme, supuestamente preocupado por mi futuro y ante la posibilidad de que me detuviesen logró obtener el número telefónico de mi hermano, tristemente su intención no era preocuparse de mi suerte sino contactar a Ariel para acostarse con él cumpliendo su fantasía de hacerlo con gemelos, nunca creí que intentase hacer algo así, por meses no volví a saber nada de su persona pero revisando el celular de mi hermano veo un mensaje suyo invitándole a conocerle, Ariel no tenía idea de quién era, le cuento, lo bloquea, tomo su número, pues ya lo había borrado de mis contactos, y le amenazo con buscarle, hacerle mierda y contarle a su familia la doble vida que llevaba, asco me produce la gente, cada día estoy más desencantado o será que sólo a mí me pasan estas cosas, le creí una buena persona, el tal Carlos resultó ser tanto o más malo que quien tanto mal me hiciera…Cuando me había dicho que le gustaba la idea de acostarse con nosotros dos lo saqué cagando y le dije que lo consideraba similar a acostarme con él y el hijo, esto le molestó, aunque a mí no tenía que molestarme su propuesta y claro que me molestó, era un vicioso capaz de sentir nada por nadie, vuelta a errar con la gente, siempre errando, nunca conociendo lo bueno, solamente topando con basura, una tras otra, solamente basura y más basura, basura hasta el hartazgo…Ayer vplví a ver al paraguayo retardado, sin saber por qué, sin ganas, pobre…Continúo con dolor en el oído, con un ganglio inflamado, con dolor en la mandíbula, estoy cagado…Nuevamente mal del estómago, de constipado a diarreico, acabo de dejar el cuerpo en el inodoro. Hoy es domingo primero de julio, cumplo cincuenta años, mi madre ha intentado besarme, se lo he impedido, mi hermano, quien también cumplía cincuenta ha comido junto a mí y a mamá, con quien no hablo, con Ariel nunca nos saludamos para nuestro cumpleaños, dos días atrás me recordó que pronto cumpliríamos cincuenta, le comenté que viajaría a seguir vaciando el departamento, justo el domingo me dijo, ahí caí, ese día era nuestro cumpleaños…Le volví a comentar que ya me había olvidado de eso, y era verdad. Nada me conmueve, mañana he de viajar a capital y de allí a Bahía Blanca, por la muy perra licencia. Un año intenté felicitar a Ariel por nuestro cumpleaños, me lo impidió, por vergüenza, por temor a manifestar el amor de hermanos que sentimos el uno por el otro, mucho mayor en el caso de hermanos gemelos y no me avergüenzo de expresarlo, de igual forma sabemos que no contamos con nadie, solo el uno con el otro y con mamá, próxima a cumplir ochenta y cinco años. Le he dado una palmerita de hojaldre a Yeyo, llueve, William también anda mal del estómago, anoche lloró, se quejó, lleva dos días quejándose, Ariel le ha dado unas pastillas y parece mejorar. Mi hermano con su voz aguda habla a los gritos con mi madre en el dormitorio, pretendía llevarle al cementerio, papá murió el día de nuestro nacimiento, finalmente no fueron, es una locura, para qué, en pleno invierno, con lluvia, garúa pero que moja. Tengo grandes dudas de que exista el alma, de que el espíritu sobreviva al cuerpo. Papá hizo lo que pudo, tal vez muy poco, tal vez sin estar preparado para ser padre, creo que se dio cuenta de ello y en una especie de perdón final decidió marchar el día de nuestro cumpleaños.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS